jueves, 27 de septiembre de 2007

9. EL PROTOMEDICATO DE BUENOS AIRES

Introducción

El Protomedicato de Buenos Aires fue un capítulo esencial en la historia de la salud pública argentina. Se constituyó en el primer organizador que comprendió el ámbito de una ciudad entera, destinado al control de las epidemias. En segundo lugar, fue el encargado de dar los primeros cursos de medicina, previos a la creación de una carrera de esa disciplina. Finalmente, se contó entre las primeras instituciones médicas con intervención en la salud mental.

Protomedicatos en la historia española y latinoamericana

Se conocía al Protomedicato como el tribunal encargado de la autorización y control de licencias en medicina, cirugía y farmacia. Además tuvo otras funciones, con relación a lo anterior pero en cuestiones más puntuales. El Protomedicato de España fue el modelo para los posteriores ubicados en las ciudades de México y Lima.
El primer Protomedicato en Argentina fue el de la ciudad de Córdoba. La información sobre este protomedicato y su función no son conocidas hoy, pero existe la sospecha que sólo era una sucursal menor del de Lima, porque hasta 1778 las ciudades del territorio argentino dependían del Virreynato del Perú. En Córdoba, el Protomedicato tuvo fecha de inicio en 1640 y uno de los protomédicos fue Gaspar Cardozo Pereyra. Anteriormente había estado en esa ciudad el Protomédico Francisco Bernardo Gijón.
La independencia de las ciudades argentinas del Virreynato del Perú, impulsa la creación del Protomedicato de Buenos Aires, en 1779. En dicho año se produce toda una oleada de movimientos hacia la independencia del actual territorio argentino. Probablemente esta misma causa hizo que el tribunal hubiera desaparecido en 1824, aproximadamente, porque ya no había una dependencia de las órdenes españolas, las que había aplicado el Protomedicato de Buenos Aires.



Sobre el Protomédico Miguel Gorman

Miguel Gorman nació en 1736, en Irlanda. Se formó primeramente en las universidades francesas de Reims y París y en 1766 se trasladó a Madrid. Luego estudió en Inglaterra, donde aprendió un nuevo “método para inoculación de la vacuna”. Hacia 1775 fue designado como primer médico en una expedición a Argelia. Vino luego a Buenos Aires hacia 1777, con una expedición de Pedro Antonio de Cevallos (primer Virrey del Río de la Plata, desde 1776); pero por motivos políticos debió abandonarla. Fue obligado a quedarse entre las ciudades de Montevideo y Buenos Aires. Y al escasear los médicos en esta última, fue convencido por las autoridades para radicarse. Juan José Vértiz (Virrey del Río de la Plata entre 1778 y 1784) le dio el apoyo necesario para ser el primer Protomédico de la ciudad, medida que le causó más de un problema legal a Gorman, porque el puesto de protomédico era disputado por otros profesionales prestigiosos de la zona. La competencia acusó a Gorman de favorecedor de los ingleses, de bígamo, de una dudosa condición de cristiano y de apoderarse inadecuadamente de varios puestos rentados a la vez.

Las primeras medidas sanitarias de Buenos Aires y la lucha contra el curanderismo indígena

Por ese tiempo, se tomaban las primeras medidas sanitarias en Buenos Aires. La ciudad, al hacerse cada vez más grande y poblada, tenía graves problemas sanitarios y sufría frecuentes oleadas de pestes. El protomedicato tomó medidas para evitarlas, entre las cuales se incluía la inspección de navíos extranjeros para detectar la presencia de enfermedades traídas por viajeros. Asimismo, la repartición impuso disposiciones relativas a la higiene en el ámbito urbano.
Otro de los puntos conflictivos que debió afrontar el protomedicato, fue una de las luchas “eternas” de la medicina: el problema del curanderismo. En Buenos Aires se enfrenta contra creencias ya antiguas en la ciudad, como el empacho o mal de ojo. Gorman dice al respecto que:

“Gentes vulgares del País, opuestos a Médicos y vecinos de Boticas, entregándose con mas facilidad a aquella clase de Empíricos, que reducen su ciencia a cuatro yerbas, otros tantos emplastos aplicados a su antojo en varias partes del cuerpo, y algunas recetas mal compuestas, y peor indicadas que llaman remedios caseros con que piensan curar todas las enfermedades que se conocen, y reducen ellas a Empacho, ictericia negra, mal de frío o de calor, y otras cosas que se curan con ensalmos, y con la vista, llegando a tal extremo la ceguedad que aun cuando se sujeta a medico no ha de faltar el charlatán que apruebe o no la curación.” (1)

Además, en la ciudad, las multitudes preferían habitualmente visitar a los curanderos más que a los médicos. La entrevista con los últimos no era muy extendida en las capas más populares de la ciudad.
Por otra parte, Gorman fue uno de los pioneros en dar clases superiores de medicina en Buenos Aires, estableciendo las bases de lo que luego culminaría en la creación de la Carrera de Medicina. Aunque motivos de salud lo obligaron, a los pocos años, a abandonar la docencia, fue una figura ineludible en los comienzos de la enseñanza de esa disciplina.

Primeras pericias psiquiátricas

La firma de Gorman se encuentra en las primeras pericias psiquiátricas realizadas en la República Argentina. La que transcribimos a continuación fue efectuada a una mujer con diagnóstico de manía, a veces “furens”, a veces “demens”.

“Certificamos que a poco de haber hecho ausencia de esta ciudad, en el año 1779, don Fermín de Noir, oficial real de la Villa de Potosi, fuimos llamados juntos por doña Maria Rafaela de la Moneda, su esposa, a lo que hallamos con los pulsos tardos y pequeños, respiración algo anhelosa, el semblante alterado, quejándose de una pervigilia continua, inapetencia y eritemas, opresión en los precordios y un terror pánico errático, cuyo conjunto de síntomas fue tomando de día en día mayor incremento a pesar de los más adecuados auxilios del arte que le administraron, aunque sin efecto, a causa de no sujetarse a métodos curativos, degenerando en una melancolía confirmada, y de ésta, en manía, unas veces demens, y con más frecuencia, furens. Hechos cargos en la continua asistencia de la enferma, de los informes de los asistentes, con lo que nosotros hemos palpado y visto diariamente, que todo su delirio y perturbación eran acordarse de su marido, ya como presente, ya como ausente, ya muerto, y que lo mataban a su vista; juzgamos y asentamos unánimes, prescindiendo de las causas predisponentes, que la excitante de su enfermedad dimanó de la ausencia de su marido y sin que para su curación fuese de algún alivio su venida el año pasado de 1781, por el incremento que había tomado entonces su dolencia y en cuyo estado permanece hasta el presente. A pedido de la parte damos la presente en Buenos Aires a 15 de octubre de 1782.” (2)

En una segunda pericia encontrada, el examinado es un comerciante.

El Prot.co d. d. M.G. el D. .d C. T. et lic d. d. Z: el consecuencia al Sup.or mandato del Ex.mo S. Virrey, en q.e nos mandan certifiquemos sobre la naturaleza de la enfermedad de D. Dph. Seneximo Bnor Gral. de la R.ta de Tabacos de Chile, exponiendo al mismo tpo su actual situaz decimos, q.e haviendo celebrado junta p.a el efecto, y hav.do procurado instruirnos por el mismo paciente, de q.to nos parecio preciso al mas perfecto esclarcim.to de ella hallamos un conjunto de simpthomas que forman, y caracterizan un verd.o af.to hipocondriaco la turbacion, y confusion de ideas en su imaginativa, la cargazon continua de cabeza, los bomborismos y falto, freq.tess la constipacion de Vientre, palpitaicon de corazon, el sabsalto en los tendones, los dolores espasmodicos del vientre, espaldas, Ingles y extremos pral.te del lado izquierdo, una inquietud y desassociego interior quasi continua humor perturbado, y otros varios acad. analogos a estos y hijos de unos mismos principios, no dexan duda de que esta enfermedad debe oportunam.te caracterizarse por un verd.o at.e Hipocondriaco, y tantos mas q.to sus principios asi predisponentes, como exitantes han favorecido lo bast.te a q.e este sujeto haya incurrido en el.
Los A. A. q.e han escrito de la materia varian en sus dictamenes, q.do se trata de las causas inmediatas de esta enfermedad. Sydenham decia consistir en Ataxia o confusion de los espiritus animales: El erudito Higmor asegura, que provienen. de desarreglo en las funcion. digestivas. Mandeville las atribuie a una chilificacion mal elaborada. Boherhave al humor atrabiliario fixo en el Pancreas, Vaso, Esthomago y partes adjacentes. M.r Pommé al espasmo, eretismo y crispatura del sistema nervioso. El D.or Cheine, Hoofman, Willis y otros son de otro sentir; esta disonancia que prueba lo enredado de esta causa, nos obliga a q.e contrayendonos al caso pres.te rastreemos p.a el maior acierto en el Progn.o y Curacion, los particular. principios que puedan haver dado origen a esta enferm.d produciendo en su seguida los sinthomas, que aparecen, y asi en priemr lug.r Sentamos, q.e su temperam.to es de los propicios; es de la clase de los biliosos, de una fibra fina, sensible, e irritable, reacciones prontas, de una imaginacion viva, a los que se agrega, que sus primeros padecim.tos fueron exitados por dos concausas muy poderosas q.e unidas a las predisponentes, a su particular constitucion no pudieron dexar de causar esos efectos. La 1.a su mutacion de temperam.to de Chile a Lima el año de 81 que fue donde dio principio la gama de su dilatada enfermedad: lo cálido, y perturbando sus secrecio. empezaron a desarreglar las funciones de la car.d natural induciendo cierta debilidad, y atonia en sus solidos, de modo q.e sin molestarle demasiado en sus principios, lo entretenia displaciente, y desempeñaba con alguna tibieza, las precisas y urgentes tareas, a q.e estaba dedicado trabajando dia y noche, asi material, como formalm.te asuntos serios, y de gravedad, y es la 2.A de las concuausas que dixe, y que por si sola era mui suficiente p.a semej.a desarreglos, porque alternandose mas, y mas las funcion. de su machina, fueron las digestio. degenerando de dia en dia, y adquiriendo sus Jugos una dualidad vapida accido acre, lo inquinaron sus humores, siendo causa, de privada su sangre de aquella precisa reparacion a las continuas perdidas que sufre, por la falta de buenos Jugos, q.e deben suplirla, se fuesen insensiblemen.te produciendo extasis, obstrucciones y encharques en las gland, pralmente del mesenterio y en todo el bajo vientre, maior acrimonia, en sus humores por efecto de hall.o en ellos, maior irritabilidad en sus fibras, y en una palabra el conjunto de acid. que experimenta, y hemos exp.to que son los que caracterizan la enfermedad, y los q.e produce inmediatam.te esta particular degeneracion R.
A este estado de debilidad, de pesadas digestiones, y simpthom, propias a esta Qualidad de Jugos, y falta de accion en los solid.s en q.e se hallaba este sujeto, se siguio el acceso de una fiebre intermit.e endemica en aquel Pais, cuios efectos y su imperfecta termina.n seg.n nos relaciona aumentaron mas y mas estos accid.s por la disipas.on de su parte mas balsamica, por el aum.to en la acrimonia, maior debilidad S.a Han.do seguido el paciente en este estado por mucho tpo, Suiq.e se huviese atendido a entablar una curacion formal y methodica, sufrio un nuevo ataque de fiebre aguda, q.e lo postro demasiado, y despues de repetidas sangrias, y , muchos diluentes, y refrigerant. de que Vso por espacio de dos o tres meses, se aumentaron de nuevo sus vaparososo accid.s de modo, que atendiendo a su concertada relacion, y a los varios incid.tes y alteraciones, que ha sufrido en tantos años, ya de los efectos consig.tes nata de su enfermedad, ya de la aplicacion de cierta clase de rem.pos de q.e ha vsado, sin llenarse aquella justa, y debida indicacion, que se presenta, nos persuade sin duda, a que su cituacion ha sido muy deplorable y a que destruido en sumo grado el bal.so de sus liq.os abolido el justo equilibrio de sus fuerzas centrales , y perdida la elasticidad organica en todas sus visceras ha estado mui cerca de acabar sus dias.
En (la actualidad) (el dia) y en su viaje a (esta capital) (ella) donde hace poco mas de un mes que reside, ha disminuido bast. la fuerza de sus simpthomas, y experimenta treguas en la viveza de sus accid. permitiendole alimentarse con alg. a facilidad mas en las digestiones, con menos agudeza en sus dolores espasmodicos menos turbulencia e inquietud en sus potencias, y en el sueño (todo lo) que le ha facilitado alguna nutricion, de modo q.e confiesa haver muchos años que no logra esta felixcidad, y q.e puede mirarse como efecto, ya de la agitacion, y sacudim.to del viage, ya de la mutacion de temperam.tos y ya ultm.te del methodo sencillo con q.e se ha tratado desde su llegada aqui.
No podemos omitir que desp de una seguida de padecim.tos en la q.e no han ocurrido otros accid.s que (son) los expuestos, (sin embargo), de q.e la relacion del paciente hace manifiesto ciertos principios leves muy anteriores a estos accid (y que remontam.te pueden influir en la rebeldia de esta enfermedad, complaciendola con un fermento celtico), no se hubiese entablado curacion alguna formal h.ta despues de muchos años, (el de 89) y esta dirijida no a atacar directam.te el afto Hipocondraico, que es la enferm.d esencial, sino este particular vicio, que supone ser el origen, y forma principal de la enfermedad, quando en semejantes complicaciones, dicta su authoridad, y la experiencia, se atienda primero a corregir lo hipocondriaco por los remedios apropiados, porque de lo contrario las resultas seran fatales: asi se ha experimentado y los efectos manifestaron con perjuicio conocido del paciente esta verdad: cocim.tos de leños, baños thermales fuertes, mercurio hta 40 dragmas, y todo esto, hallandose el interesado en la fuerza de su maior abatim.to resecacion, y graduacion de simpthomas puram.te vaporososo contribuio sin duda a resecar mas sus solidos, disipando lo poco humedo, y balsamico de sus liq.os q.e havia quedado desp.s de 7 u 8 años de padecer, y puesto en los ultimos grados de abatim.tp, y debilidad, mas desenfrenada la acrimonia de sus liquidos sin movim.to ni vigor aun p.a levantarse de la cama, se abandonó a todo remedio de esta clase, y ceñido a una cierta analectica, a la respiracion de los aires de campo y al Vso de alg.os baños, q.e humedecieron y dulcificaron algun tanto sus liq.os ancioso ultim,te por buscar algun lenitivo a esta desagradable serie de tormentos, solicito buscar otro clima y se dirigio a esta Capital.
Es neces.o confesar, que esa enfermedad siendo por su naturaleza rebelde, y de curac.n dificil, en lo que convienen todos los Practicos, y la experiencia tiene acreditado, se hace mucho mas por su antiguedad, por el abandono, y falta de methodo, que se ha tenido en su tratam.to p. lejos de haverse solicitado su curacion por los re.os indicados, los unicos q.e nos instruye la relacion puestos en practica han sido mas propios p.a aumentarla q.e para destruirla, y finalmente por la complicacion Lipholitica, de q.e hai sospecha: pero sin embargo no podemos colocarla en la clase de las absolutam.te incurables ni inaccesibles a los recursos de la Medecina; mayor m.te quando su edad juvenil favorece, con el methodo sensillo medico de q.e hta aqui ha vsado adelanta, y los aires de este suelo, sin embargo de lo crudo de la estacion, dan muestras de adaptarle, contribuiendo todo a los alivios respectivos, q.e antes hemos dicho se nota.
En cuia virtud y acaso p.a el logro, q.do no de un perfecto, y total reparo, a lo menos de un alivio ventajoso, y capaz de proporcionarlo apto el desempeño de su ministerio, miramos precisa la continua.on de un methodo propio a disminuir, o mudar su particular predispocis.on, corregir al mismo tpo. las causas ocasionales, cuios efectos en los predisp. todos obran produciendo inmediatame.te la caterva de Simpthomas de que hemos hablado; para lo q.e un rejimen apropiado ante todas cosas, los ligeros esthomacales, los humectantes, los baños más frios que calientes, los laxantes, el Marte, la Quina, los opiados, la separacion de toda tarea y trabajo mental, la moder.on en las pasiones de los aires Rurales de este Temperam.to q.e experimenta Vtiles y el mercurio, q.e acaso podra tb.n tener lugar con ciertas limitaciones, son los recursos que puestos en practica, seg.un exijan las particulares cirscunstancias, faciliten, tal vez a este individuo los alivios, a que tan justam.te aspira: Y q.do desp. de un largo, y prolijo tratam.to con estos auxilios se vean frustrados los fines que se pretenden, queda el recurso de aconsejarle pase a los Reinos de España, en donde ya los aires nativos, y a los baños martiales podran (tal vez) coronar el triunfo desterrando del todo Hidra tan rebelde (ser q.to pueden certificar).

B.s Ay.s y Julio (...) (3)

Con estas pericias, podría decirse que se encuentra una muestra acabada de las nociones psiquiátricas en uso y las indicaciones terapéuticas derivadas de ellas.

Ocaso del Protomedicato de Buenos Aires

Gorman abandonó la gestión del Protomedicato hacia principios del siglo XIX. No obstante seguía realizando aportes y en 1806, aproximadamente, escribió Instrucciones para inoculación de la vacuna. Hacia 1810, la medicina comenzó a tener injerencia en las instituciones militares y el Protomedicato fue cediendo su importancia al Instituto Médico Militar. Finalmente, en 1824 fue disuelto por decreto de Bernardino Rivadavia (primer Presidente de las Provincias Unidas del Río de la Plata). Gorman ya había muerto en enero de 1819.

Conclusiones

La historia del Protomedicato de Buenos Aires es importante, porque implicó todo un cambio en relación a la temática de la salud en la Ciudad de Buenos Aires. Esta institución constituyó, además, el intermedio para la formación de los primeros médicos en Argentina y la posterior creación de la Carrera de Medicina. Fue el eslabón, en Buenos Aires, entre las concepciones antiguas de la locura y los autores portadores de una renovación teórica que desembocaron, en Francia, en la figura de Pinel.
Por otro lado, las pericias que ha dejado escritas Gorman son muy precisas, instructivas y por ello valiosas, a fin de situar cómo eran las formas de diagnóstico, las descripciones de cuadros nosológicos y la aplicación de curas empíricas para mejorar las condiciones del enfermo en cuestión. Es interesante ver, por ejemplo, que una de las recomendaciones para la cura de una tendencia hipocondríaca, era el traslado a una zona alejada. Puede relacionarse esta especie de remedio con nociones del empirismo inglés, de donde provendría la idea de alejar al paciente de todo tipo de impresiones que lo confronten, comprometiendo su salud.
También es relevante constatar, en las pericias de Gorman, que todavía se utiliza la teoría de los humores, relacionando a la salud con una tendencia al equilibrio de los mismos. Junto a la mención de tales humores, aparecen nombrados los vapores y ambas nociones conviven extrañamente. La historia argentina muestra la desaparición de ambos conceptos en las elaboraciones psiquiátricas. En la tesis de Diego Alcorta no se encuentran, en absoluto, mencionados los humores y vapores; téngase en cuenta que la tesis de Alcorta y las pericias de Gorman sólo están separadas por 40 años. Sin embargo, cabe señalar, ambos trabajos coinciden en la consideración del trastorno gastrointestinal como síntoma prodrómico de la manía.

Referencias bibliográficas

- Beltrán, J. (1937): Historia del Protomedicato de Buenos Aires. El Ateneo, Buenos Aires.
- Beltran, J. (1937): Organización del Protomedicato y orígenes de la lucha contra el curanderismo en Buenos Aires. En revista La Semana Médica. Año XLIV, n° 4. 28 de enero.
- Guerrino, A. (1982): La Psiquiatría Argentina. Editorial Cuatro, Buenos Aires.
- Furlong, G. (1969): Historia Social y Cultural del Rio de la Plata (1536-1810). Tipográfica Editora Argentina (TEA), Buenos Aires.
- Hipócrates (1990): Tratados Hipocráticos I. Editorial Gredos. Madrid.
- Molina, R. ( ): Primeros médicos de la ciudad de la Santísima Trinidad.
- Pichón Riviere, E. (1980): La Psiquiatría, una nueva problemática. Del Psicoanálisis a la Psicología Social. Ediciones Nueva Visión. Buenos Aires.

Citas
(1) Beltrán, J. (1937): Organización del Protomedicato y orígenes de la lucha contra el curanderismo en Buenos Aires. En revista La Semana Médica. Año XLIV, n° 4, 28 de enero. Página 248.
(2) Guerrino, A. (1982): La Psiquiatría Argentina. Editorial Cuatro. Buenos Aires. Páginas 23 y 25.
(3) Beltrán, J. (1937): Historia del Protomedicato de Buenos Aires. El Ateneo. Buenos Aires. Páginas 255-261.

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